El pasado 28 de octubre tuvimos un precioso encuentro virtual para compartir con la Asociación Dame Teta de Albacete, el trabajo que desarrollo con la maternidad y la infancia. Fue cálido y acogedor, gracias a las mujeres que lo hicieron posible poniendo todo su cariño y atención.
¿Qué es para mí el Hogar? Como digo en la charla el Hogar es el espacio físico en el que convivimos con nuestra familia, donde nos relacionamos, resguardamos del exterior y además y para mí esto es lo fundamental, el Hogar es ese espacio de mayor intimidad en cada una de nosotras. Ese lugar donde cultivar la calma, el silencio y el amor. Tal vez ese lugar ya esté habitado por el amor, pero hay capas, hay estancias, recovecos. Apaciguar el Hogar no va de perseguir un hogar en paz todo el rato, silencioso, impoluto, no. Apaciguar el Hogar trata de conocernos, descubrir quienes somos, qué necesitamos. Cuáles son nuestros deseos y cómo podemos convivir con todo lo que sucede dentro de nosotras: con la rabieta de nuestra hija, con el cansancio, la frustración, también la alegría desbordante. Con el miedo, las inseguridades que a veces se despiertan en la maternidad, la pasión y el arte, etc. ¿Qué hacemos con todo ello, especialmente con lo que nos saca de nuestras casillas, de nuestro centro? Podemos salir corriendo, a veces dan ganas, o podemos quedarnos en nosotras y observar lo que sucede en nuestro cuerpo, con todo nuestro amor, con la mayor amabilidad posible. Con atención. De forma que nuestros hijos e hijas, aprendan al vernos, que su hogar interior es importante, que merece ser cuidado y atendido con todo el amor. Y así, el calor de hogar se expanda, de corazón a corazón.
¿Por qué colocar a la madre en el centro?
La madre para mi es una “pieza” fundamental. El alma de la familia, el mismo centro. Y esto, así dicho, podría generarnos agobio por la responsabilidad que supone, sin embargo lo quiero ver como un motivo de celebración. La madre gesta la vida, la cuida, sostiene y atiende en múltiples niveles, con una sensibilidad, en general, que el padre no desarrolla. La madre que gesta se prepara para seguir albergando la vida más allá de los 9 meses de embarazo. De ahí la máxima importancia de cuidar a las madres. De poner en valor el trabajo invisible, el tejido que tejen en las madrugadas y el calor que generan en el hogar. Calor de hogar. Un bebé necesita a su madre y su madre lo necesita a él. Necesitan estar juntos y poder descubrirse, amarse. Disfrutar el uno de la otra.
La sociedad entera debería ponerse al servicio de la madre, dice Mardía en su libro “39 semanas y media, un embarazo sufi” Los hijos necesitan a sus madres especialmente en los primeros dos, tres años de vida, en los que viven unidos y entrelazados íntimamente. Si en ese tiempo una madre que así lo desea no puede disfrutar de su bebé y un bebé de su madre, se va a perder mucho por el camino. Claro que la vida puede restaurarse pero, ¿por qué no cuidar la vida desde el principio y colocar a la madre en el centro? Al menos, si todavía no hay la suficiente sensibilidad para ello, que nosotras, las madres, nos lo pongamos fácil. Y podamos descubrir de qué manera apaciguar nuestro hogar. De esto va la charla. Os doy unas pinceladas de los descubrimientos que he hecho en mi hogar en los últimos 5 años, la edad que tiene mi hija mayor, y ya son 10 los que trabajo con madres y familias. Dedicada a cuidar la vida y a acompañar a las mujeres a convivir con todo lo que sucede en ellas. En la convivencia amable de todas nuestras partes, está la paz. En hacer espacio en nuestro cuerpo para que todo quepa. Ensanchar el corazón. Esa es mi experiencia y mi caminar.
Ojalá os sirva y si queréis saber más sobre las sesiones de Apaciguar el Hogar que ofrezco o las de Psicoterapia, puedes escribirme y te responderé encantada 🙂
Hola. Mi bebé de 4 meses es muy nervioso. Desde su nacimiento tenemos que sujetarle los brazos con una mantita para que pueda dormir, de lo contrario se despierta a si mismo con las manos en la cara y puede estar así toooda la noche. Hemos tenido que sujetarlo (sin fuerza) con una mantita haciendo con él un ‘burrito’ y hasta poner unos corchetes en los pijamas o no dormimos no él ni nosotros. Cuando llegue el verano la técnica del burrito va a ser imposible. Esto es cuestión de madurez?, Pasará?. Nos da miedo que no sepa dormir de otra manera. Es un bebé que necesita mucho silencio, oscuridad y cero estímulos para poder conciliar el sueño