Ingurgitación mamaria

Ingurgitación mamaria

La lactancia materna puede darnos algunos problemillas. Quiero hablaros hoy de la ingurgitación mamaria, una dolencia común pero muy sencilla de tratar y que en ningún caso debe acabar con una lactancia.

¿Qué es la ingurgitación mamaria?

La ingurgitación es el estado patológico en el que se encuentran los pechos coincidiendo con la subida de la leche, en el posparto inmediato.

Se da porque hay una acumulación de líquidos en las mamas, y sobre todo se presenta en partos largos, medicalizados y/o intervenidos en el que la mamá ha recibido muchos líquidos (sueros, medicamentos, …). Por tanto hay un edema o inflamación, no es que haya una acumulación de leche como muchas veces se puede llegar a pensar. 

¿Qué se siente en la ingurgitación?

Lo que notamos es que tenemos los pechos duros como piedras, con la piel muy tirante, doloridos, y lo que es peor, al bebé le cuesta engancharse al pecho. Esto le lleva a enfadarse, llorar, y no extraer la leche que necesita.

Ingurgitación

¿Qué podemos hacer si tenemos ingurgitación mamaria?

Tenemos que tener presente que se trata de una inflamación por lo que nunca aplicaremos calor pues puede agravar el problema. En su lugar, aplicaremos frío siempre que lo necesitemos, durante y después de las tomas. 

Las hojas de col (preferiblemente congeladas o refrigeradas) aplicadas por todo el pecho salvo la areola y el pezón alivian mucho, no olvidaremos aplanarlas bien con un rodillo antes con el fin de romper los nervios de las hojas. Notaremos como al ratito están como cocidas, y entonces podremos proceder a cambiarlas. 

La arcilla verde aplicada sobre la piel dolorida y tirante (evitar también la areola y el pezón), también funciona estupendamente.

Realizaremos el masaje de presión inversa suavizante (PIS) antes de cada toma, las veces que sea necesario, con el fin de ablandar la zona de la areola y que el bebé pueda agarrar bien el pecho. 

Procederemos a amamantar a nuestro bebé lo más frecuentemente posible y por tanto evitaremos aplazar las tomas o el uso del chupete pues este puede interferir y hacer que nos saltemos algunas.

Si además lo necesitamos, podemos tomar algún antiinflamatorio siempre bajo supervisión del personal sanitario.

La ingurgitación mamaria es una dolencia habitual, bastante escandalosa y dolorosa (lo sé por experiencia y ¡aún conservo fotos de aquello!), pero que remite fácilmente en uno o dos días siguiendo todos los consejos. 

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