Puede que tu bebé se acerque a las dos semanas de vida (o justo las haya superado) y hayáis comenzado la lactancia con más o menos dificultades pero un buen día tu peque muestra ciertos comportamientos anormales hacia la teta. Si no llegasteis a acusar la crisis de las vacas locas de las que os hablé en este artículo, ¡bienvenidas a vuestra primera crisis real! Habéis llegado a la crisis de lactancia de los 15 días.
¿Qué es una crisis de lactancia?
Son como momentos puntuales en los que muchos bebés muestran comportamientos similares con respecto al amamantamiento. Se dan varias crisis o brotes desde el nacimiento hasta los dos años. Se dice que las crisis lo son sólo para las mamás, que somos las que nos angustiamos y preocupamos, y que en realidad los bebés sólo están haciendo lo que tienen que hacer por su desarrollo.
¿Qué sucede en la crisis de los 15 días?
Lo que las mamás observamos es que nuestros bebés que hasta ahora han sido más o menos tranquilos con el pecho, ahora se inquietan con él. Se muestran más ansiosos, demandantes, parecen que se enfadan o pelean con ella, regurgitar, y puede que no haya manera de despegarlos de la teta.
Es por ello que, novatas como nos sentimos al ser mamás de un bebé de apenas dos semanas, comenzamos a dudar (una vez más) de nuestra capacidad para alimentar a nuestro hijo pero, si el bebé está cogiendo peso adecuadamente (ha recuperado el peso del nacimiento) no hay nada que temer.
En realidad lo que sucede es que sobre esta edad el bebé necesita aumentar el consumo de leche para poder crecer más. Recuerda que jamás un ser humano va a desarrollarse tan rápido en tan poco tiempo como sucede en estos primeros meses de vida. Y para aumentar la producción de leche de mamá, necesita succionar más frecuentemente y durante más tiempo.
Es posible que durante dos o tres días tu peque esté más inquieto y demandante, es normal y es positivo porque quiere decir que tu hijo está creciendo, pero ciertamente hay que armarse de paciencia y amor (más aún) durante estos días. La verdad que hay pocas soluciones y remedios para que esta crisis se haga más llevadera, salvo comprender que es una fase más del desarrollo del bebé y del funcionamiento de la lactancia, hacer oídos sordos a posibles comentarios poco acertados de gente de nuestro entorno y por supuesto asegurarnos de que el pequeño está cogiendo peso y que no se trata de un problema real de hambre, en cuyo caso se haría necesario consultar con la matrona y/o asesora de lactancia.
Por último, recuerda que como todas las crisis de lactancia, puede darse unos días antes o unos días después, por lo que si experimentas estas conductas en tu bebé pero tiene entre 13 ó 22 días, perfectamente podría ser que estuvierais viviendo la crisis de los 15 días.
✅¿Cuánto dura la crisis de los 15 días?
Suele durar unos 2 ó 3 días.
✅¿Cómo sé que mi bebé en realidad no está pasando hambre?
Si estás dando a tu bebé lactancia a demanda realizando entre 8-12 tomas al día, está ganando peso (ha recuperado el peso del nacimiento) y mancha los suficientes pañales diarios, no hay razón para dudar de la capacidad para alimentar al bebé.
✅Mi bebé tiene 17 días, ¿puede estar pasando la crisis de los 15 días?
Desde luego que sí. Los días en las crisis son sólo orientativos, si está cercano y muestra las conductas típicas de una crisis o brote, seguramente esté pasando por ella.
Si tu bebé se acerca a los 3 meses y estás empezando a notar cambios en su comportamiento no te pierdas el artículo sobre la crisis de los 3 meses.