Muchas somos las familias que montamos con ilusión la cunita del bebé para descubrir cuando nace que no quiere estar ahí de ninguna de las maneras. Alguien llamó a este hecho el «síndrome de la cuna con pinchos».
¿Qué son las cunas con pinchos?
Escribo mientras mi hijo de 4,5 duerme plácidamente en su cama . Lleva poco tiempo haciéndolo de un tirón (no es así todas las noches) y muy poco tiempo haciéndolo sólo y en su cama.
Por eso el tema del sueño ha sido siempre un tema candente para mí y por eso dejó de ser una preocupación cuando pude dormir más o menos bien , sin al menos sobresaltos importantes. Pero este es un tema que abordaré en otros posts.
Hoy quería hablaros de las famosas y abundantes “cunas con pinchos”, que por cierto, sólo las encontramos en las sociedades occidentales… qué cosas.
Os cuento, estoy embarazada, bastante avanzada , y no tengo ninguna prisa ni ilusión por plantificar la cuna. Lo mismo me pasa con moisés y capazo.
¿Por qué? Porque como mi experiencia me ha enseñado, como profesional relacionada con la atención temprana, asesora de porteo y sobretodo mamá de un niño con muuuucha necesidad de contacto que:
- La cuna no es el hábitat preferido de los bebés pequeñitos y menos de los recién nacidos.
- Un bebé humano, y por tanto mamífero, buscará calor humano que le facilite la termorregulación, buscará estimulación sensorial que le asegure la supervivencia: movimiento y contacto .
- Al bebé le da “igual” saber que estás sentado cerca , siquiera a 1 m. eso no le asegura que vaya a ser alimentado ni protegido, quiere saber que es transportado porque él es incapaz de eso por el momento.
- El hábitat ideal para un bebé recién nacido es el cuerpo de su mamá/papá.
En mi caso el colecho no fue una elección , fue una respuesta a nuestros problemas de sueño, no culpo a mi pequeño ya que yo siempre he tenido un sueño frágil y complicado.
En mi caso el porteo no fue tampoco un capricho, fue la salvación a encontrarme sola con un bebé que me necesitaba casi todo el tiempo que estaba despierto y que alcanzaba el sueño profundo sólo de esta forma.
En mi caso la lactancia no fue un intento de ser madre moderna sobreinformada, fue lo que intuí que mi bebé necesitaba para superar las distintas etapas de crecimiento.
Todo ello se resume, la crianza en brazos no es una opción o una moda , es un instinto.
Seguramente cada bebé lo sienta y lo manifieste de una forma distinta. Tú como madre también lo vivirás de una forma distinta al resto. Como siempre decimos, sigue ese instinto. Cierra oídos a palabras necias. Y acertarás.
¿Se acostumbran los bebés a los brazos?
No. En todo caso el bebé se acostumbra a no estar en el cuerpo de los papás. El bebé nace con muchas habilidades y necesidades. Por ello se expresa y te demanda.
El síndrome de la cuna de pinchos es una forma irónica de recordarnos que ningún bebé prefiere estar solo a acompañado por su figura de referencia, en especial la mamá. Es cómico ver como se duermen en tus brazos o en el portabebés mientras les meces y aunque te muevas con todo el sigilo y delicadeza posible (concentrada al máximo) para depositarlo en su
preciosas sábanas y/o carrito abre los ojos y te dice ¡Te pillé! ¿Dónde crees que vas sin mí?
En general, como siempre, os digo que estoy es ley de vida, más bien de supervivencia: el bebé es muy inteligente y sabe lo que tiene que hacer para llegar lejos…aunque eso a veces nos remueva la existencia.