Alrededor de los 3 meses de edad de los bebés tiene lugar la crisis de lactancia, o de crecimiento, más famosa y más delicada de todas ya que afecta tanto al bebé como a la mamá.
Si has tenido la experiencia de vivir las primeras tres crisis de lactancia que pueden darse esta no te pillará de sorpresa, aun así, vamos a explicar un poco sobre ella y qué es lo que tiene de especial respecto de las crisis anteriores.
¿Qué es una crisis de lactancia?
Se considera crisis de lactancia a un momento concreto de la lactancia en la que todos los bebés se comportan de forma similar, y que suele coincidir con fases claves de su desarrollo o de su crecimiento. Es por eso que, aunque las crisis se fechen de forma absolutista, no es de extrañar que se adelante o atrasen días o, incluso, semanas.
Si tu bebé está lejos de los 3 meses, pero notas que ha habido un cambio en su manera de mamar, no te pierdas nuestros artículos sobre La primera crisis de lactancia y La crisis de lactancia de los 15 días
¿Qué sucede en la crisis de lactancia de los 3 meses?
El primer cambio que vamos a notar en nuestro bebé es que mama mucho menos de lo que lo venía haciendo, antes era feliz pasando horas al pecho y, sin embargo, ahora mama unos cuantos minutos y se suelta.
Sus tomas con caóticas, se distrae con todo, y solo parece mamar tranquilo cuando está dormido.
Además, empezará a coger peso menos rápidamente, y la cantidad de deposiciones que hace también disminuirán, pudiendo estar varios días sin hacer caca, cuando hasta el momento habían hecho varias al día.
Puede ser que observes que el bebé se enfada con el pecho, tironea, llora, puedes pensar que te está rechazando.
Todo esto sumado a que tus pechos comienzan a estar blandos te puede hacer creer que te has quedado sin leche y que te recomienden suplementar con fórmula ya que el nene o la nena «se queda con hambre».
¿Por qué se comportan así los bebés en esta crisis?
Hay varios cambios en los bebés y en la producción de leche de las madres que propician la aparición de esta crisis y que, además, hacen que se prolongue bastante en el tiempo.
Por un lado el bebé se ha convertido a los 3 meses en un «experto mamador», esto significa que en pocos minutos puede conseguir el alimento para el que antes necesitaba mucho más tiempo.
Su cerebro se está desarrollando muy rápidamente, y es en este momento en el que empieza a poder ver más allá de la cara de su madre y a oír con más claridad. Por eso mamando se distraen y por las noches, dormidos, maman mejor.
Es verdad que llegados a este punto, tu bebé va a coger menos peso de lo que lo hacía las primeras semanas. Esto es completamente normal, no siempre va a estar creciendo a la misma velocidad, y a los tres meses su crecimiento se frena un poco.
La caca, que hasta ahora había sido un indicador de que el bebé se estaba alimentando correctamente, va a dejar de ser tal indicador tras la pérdida del reflejo gastrocólico (que es el reflejo por el cual hacía caca al empezar a comer)
Y… ¿qué es lo que ocurre con la producción de leche en la crisis de los 3 meses?
La producción de leche de la madre también cambia llegados a este punto, sumando complicaciones a esta delicada crisis.
Hasta el momento los pechos de la madre se habían comportado como almacén, estaban llenos de leche de la que el bebé disponía sin esperas. Seguramente, durante los primeros meses de vida del bebé hayas notado los pechos duros, hayas goteado leche al oír llorar a cualquier niño o niña y tu sensación era de tener leche de sobra para alimentar a tu bebé.
A partir de este momento las glándulas mamarias estarán listas para producir la leche cuando el bebé la reclame, así que los pechos dejarán de hacer de almacén. Empezarán a estar blandos, dejarás de gotear (o lo harás mucho menos) y la sensación puede ser de «falta de leche».
A estos cambios en el pecho hay que sumar que ahora la criatura necesitará estimular el pecho un par de minutos antes de empezar a recibir leche. Por descontado que esta nueva situación no le va a gustar nada de nada. Llorará, se enfadará y tironeará.
Este comportamiento es absolutamente habitual y no significa que no tengas leche por lo que si el bebé continua ganando peso, aunque más lentamente, no será necesario suplementar con nada.
¿Cómo superar la crisis de lactancia de los 3 meses?
No hay recetas mágicas. Necesitarás paciencia y todo el apoyo del que puedas disponer.
Esta crisis es larga, y es incómoda, y a ratos desesperante, pero sabiendo como funciona es más sencillo sobrellevarla. Como dice Nuria «las crisis las vivimos las mamás, los bebés solo hacen lo que tienen que hacer».