bebé en la playa

El primer baño de su vida

Se me ha hecho un poco tarde para hablar del tema, ¿verdad? A estas alturas del verano quien más y quién menos ya se ha enfrentado al enigma. Pero lo mismo los calores se alargan un mes más  para disfrutar  del chapoteo en compañía de los más pequeños.

En esta entrada me gustaría ayudaros a decidir cuando dar el primer baño a los bebés ya sea en la pisci o en la playa y, ya que estamos daros algunas recomendaciones tanto por mi experiencia como madre como por mi perfil profesional como terapeuta acuática. 

¿Cuándo puedo darle el primer baño en piscina/playa a mi peque? 

En España no se recomienda hacerlo antes de los 6 meses. “ La piel del niño antes es muy sensible a cualquier agente externo (el cloro puede ocasionar dermatitis y la sal sequedad) Además su sistema inmunológico todavía está desarrollándose. Un bebé lactante no vacunado se considera prácticamente y sobre todo el primer mes de vida inmunodeprimido” me comenta sobre el tema la pediatra Rosa Lozano, a la que le pregunto las razones  de esta indicación. 

En muchos de los cursillos de natación para bebés no permiten la entrada a menores de 6 meses. Es muy complicado, que no imposible, el manejo de un bebé en el agua que no controla su cabecita y su tronco. 

En los menores de esa edad puede ser buena idea llevar un bañerita plegable para refrescarlo un poco , si esa es nuestra intención. Realmente el problema no es la inmersión, sino que el agua sea tratada. 

Logística

 Como sabéis soy partidaria del porteo siempre y siempre, pero todavía más en estas situaciones veraniegas en las que te faltan manos para llevar bebé, mochila con sus cosas y con las tuyas (poco a poco te das cuenta de que podrías prescindir de todas porque no las usarás mucho), silla… 

bebé porteado

Por tanto me parece de lo más cómodo tirar de bandolera o algún otro tipo ayudabrazos ligero y fresquito, tipo kantan net. El carro es muy difícil de manejar en la arena y será casi inevitable  que se te llene de arena. 

Elegiremos bien la ropa con que lo llevamos: un par de bañadores para que después del baño podamos dejarlo sequito y así evitar irritaciones e infecciones indeseadas. Hoy día venden bañadores que contienen cacotas y funcionan muy bien, a un precio mucho más asequible que hace tiempo…me gusta más que los pañales debido a que podemos usarlos más de una vez. Los encontramos en grandes superficies tipo decathlon  o la marca . Las camisetas protectoras  solares F50 también son básicas, un ahorro de tiempo y de crema, porque es muy difícil embadurnar repetidas veces al peque cuando va empanadito de arena. 

Las cremas de sol deberíamos ponerlas antes de salir de casa y repetir su aplicación más tarde. A nosotras nos encanta la marca Janson por su formato (ni muy grande ni muy pequeña), por su olor y fórmula sencilla y porque puede usarlo toda la familia sin que parezcamos un muñeco de cera. Os recomendamos que echéis un ojo nuestra entrada Protección solar para bebés.

factor solar bebé

Ya en el agua…

Seamos muy respetuosos con el ritual de iniciación. No se si conoces el concepto Ajuste mental, te lo podría definir como  el tiempo necesario para que nuestra consciencia se adapte al nuevo entorno, el agua, y es variable en cada persona. Si esto no se respeta podemos crear  rechazos agudos o crónicos, es decir, que con el tiempo se establezca el problema de que el niño se hincha a llorar en cuanto lo metes al agua. 

Como con todo, cada uno a su ritmo, ojo con chapotear o salpicar en la cara al principio, no suele gustar, y además está el tema de las preferencias sensoriales, temperaturas por ejemplo.  Por otro lado, ten en cuenta el tiempo que pasáis dentro, pues un niño muy pequeño enseguida se desrregula por cansancio (en el agua trabajamos más de lo que parece), hambre, sed, frío y lo manifestará seguramente de forma súbita en explosión difícilmente consolable, te entrarán las prisas para salir y secarlo, calmarlo…

Material de flotación

Personalmente me gustan mucho los manguitos de corcho que se dividen en 3, porque son evolutivos y no se estropean fácilmente.  Son muy versátiles, ya que puedes usarlos por sí solos o combinados con un churro, chalecos…

Los chalecos están muy bien también, pero siempre que pruebes cualquier “experimento” no lo dejes de golpe sólo, ve retirando poco a poco tu apoyo para comprobar su respuesta, para un niño puede ser muy traumático girarse sin control, sumergirse y tragar agua…

También me gustan los flotadores que parecen un tacatá, porque , me parecen de los más seguros, aunque a mis hijos se los ponía solamente cuando quería yo despegarme más tranquila, es con lo que menos “trabajan” la flotación autónoma ellos.  Yo les llamo flotador nenúfar. 

Para mí, lo mejor es combinar varias cositas, porque así su cuerpo se tiene que ir adaptando a las nuevas situaciones. 

Y unos últimos consejitos para disfrutar del momento

bebé eb el agua

Cuando estáis dentro y el niño está tranquilo te sugiero que pruebes a ir dándole confianza, despegándolo con seguridad de tu cuerpo. Me choca mucho que enseguida los papás queramos tumbarlos boca arriba o boca abajo para “enseñarles a nadar”, ya que os cuento que para que esto ocurra primero el bebé tiene que nada más y nada menos, controlar su cuerpo sin desplazarse en el agua, y lo hará primero en posición vertical. Así que os animo a que juguéis primero de frente a él, cantando haciendo burbujitas (importante también estar siempre a su nivel para no acabar con dolor de espalda y darles el apoyo necesario), y disfrutando de esas caras mojadas con pestañones aglutinados que nos regalan en estos momentos.  Más tarde, cuando estén más confiados podéis jugar a desplazaros llevándolos por la pelvis, o por la espalda baja, dependiendo de su nivel de control de movimiento, puede ser divertido perseguir juguetes que se mueven despacito por el agua.  A mí las primeras veces que meto a un niño en el agua  me gusta poner un dedo debajo del mentón para evitar que si toca el agua lo haga con boca abierta, le doy como una señal de que tiene que cerrar. 

Si os animáis a hacer inmersiones hacedlo avisando muy muy claramente y siempre de frente para ver cuando está de verdad preparado. Los niños suelen tener buena capacidad para cerrar sus conductos  aéreos, y sabrás que ha salido bien la cosa y puedes repetir si al salir sigue como si nada, si por el contrario tose o tiene ojos rojos o llora que se las pela déjalo para más adelante y ve usando una regadera para verter agua por encima poco a poco y que vaya aprendiendo a cerrar boca y contener respiración para no tragar agua. 

Se me ocurren mil cosillas más para contaros sobre juegos y manejo dentro del agua, pero considero cumplido el objetivo de la entrada: animaros a disfrutar del primer baño de forma segura . 

Laura Lozano Castañeda

Fisioterapeuta pediátrica. Terapeuta acuática y mamá de un pececillo y un caballito de mar. 

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