Cuando hablamos de movimiento libre hacemos referencia a la capacidad que tiene un bebé de desarrollarse y alcanzar hitos por sí mismo cuando está preparado para hacerlo, sin necesidad de la intervención de un adulto.
Muchas veces, los padres deseosos de ver los progresos de nuestros hijos los «ayudamos» a hacer cosas para las que no están preparados. Los colocamos boca abajo, los sentamos, los sujetamos de pie pero, según varios estudios, esto no es beneficioso para ellos.
¿Cómo afecta a un bebé el movimiento libre?
La pediatra Emmi Pikler sostenía que los bebés son capaces de desarrollar sus propias habilidades solos. La misión del adulto en este proceso de aprendizaje será acompañar al bebé.
Será la curiosidad innata de los bebés las que le llevarán a investigar posturas y movimientos nuevos para alcanzar aquello que les llama la atención.
Y, ¿qué más dice Emmi Pikler del movimiento libre?
Emmi Pikler fue una pediatra húngara que durante años dirigió el Instituto metodológico de educación y cuidados de la primera infancia de Budapest. Este instituto daba respuesta a las necesidades de bebés que por diversas circunstancias tenían que estar lejos de sus familias.
Ella, como tantos otros, creó un sistema educativo fundamentado en el respeto hacia el niño, y en el que adulto era un mero acompañante, afirmando que «ayudar» a los niños a conseguir cosas para las que no están preparados es contraproducente en su desarrollo.
En su libro Moverse en libertad , Pikler hace las siguientes afirmaciones:
- Si colocamos a un niño en una posición a la que no puede llegar por sí mismo, tampoco podrá salir de ella, con lo que limitamos sus posibilidades de movimiento.
- Necesitará a un adulto para salir de esa postura, con lo que se sentirá dependiente del adulto.
- Como su cuerpo no está preparado para mantener esa postura, sus músculos estarán en tensión.
Si estáis interesados en el movimiento libre y en cómo esto puede beneficiar al desarrollo de vuestro bebé no os perdáis los artículos que recogemos a continuación.