Bebé andando sin tacatá

El uso del «tacatá»

Son muchas las familias que reciben un tacatá como regalo cuando nace un bebé. Hoy queremos analizar qué riesgos tiene su uso desde el prisma del movimiento libre.

¿Qué dice el movimiento libre sobre el movimiento de los bebés?

El movimiento libre aboga por una mayor autonomía de los bebés y niños pequeños. De esta forma los bebés no deben ser forzados a mantener posiciones a las que no pueden llegar solos. Dejar a un niño tumbado boca arriba y dejar que él solo aprenda a girarse, a sentarse, a reptar, gatear, etcétera, nos informará de que está preparado para hacer todas esas cosas. Y para la autoestima y la independencia del bebé es muy importante lograr estos hitos por sí mismo.

Antes de poder andar solo, un niño pasa por diferentes fases hasta que es capaz de ponerse de pie y empezar a dar sus primeros pasos sin soltarse y de lado.

Bebé andando sin tacatá

Según está descripción, el uso del tacatá sería contraproducente, ya que coloca de pie a un bebé que no puede ponerse de pie solo y le «ayuda» a andar cuando no está preparado físicamente para hacerlo, haciendo que parte de las fases que un bebé necesita para prepararse muscularmente para el gran hito de desplazarse en vertical se las salte.

El tacatá, además, tiene otros problemas que afectan al desarrollo motor de los niños. Y aumenta los casos de accidente doméstico.

Entonces, ¿por qué un bebé NO debe usar el andador?

Si con lo ya mencionado anteriormente sobre el movimiento libre no os he convencido, os traigo una lista de inconvenientes extra.

  • El tacatá coloca al bebé en una postura para la que no está preparado, suponiendo un desarrollo motor incorrecto, y desequilibrando su musculatura.
  • Retrasa el desarrollo de su coordinación, de su equilibrio y de su sentido del peligro. Además tardará más en ser capaz de andar sin el apoyo que el tacatá le brinda.
  • Puede interferir en el gateo y en los beneficios que este tiene para el desarrollo del bebé.
  • Si el bebé no llega con los pies al suelo estará obligado a permanecer de puntillas, con las posibles retracciones musculares que esto puede conllevar en el futuro.
  • Sin embargo, si queda demasiado cerca del suelo sus piernas permanecerán arqueadas aumentando así el riesgo de luxaciones.
  • El tacatá ofrece al bebé una movilidad para la que no está psicológicamente preparado.
  • Aumenta el riesgo de caídas por vuelco del propio tacatá, por problemas de frenado y es especialmente peligroso con escaleras cerca.
  • Proporciona mayor altura al bebé, aumentando el riesgo de que se tire un objeto encima.

Nuestro consejo siempre será que no uséis el tacatá con los peques, y de hacerlo, que limitéis mucho su tiempo de uso y que no los perdáis de vista ni un minutos cuando están sobre él.

 ¿Por qué es malo el andador?

El andador o tacatá es malo porque interfiere en el desarrollo motor de los bebés. Además son responsables de un gran porcentaje de los accidentes domésticos con bebés.

✅ ¿Cuándo puede un bebé usar andador?

Un bebé no debería usar andador o tacatá nunca, ya que no le permite desarrollarse adecuadamente y además pueden ocasionar accidentes. Si aun así os hace ilusión ponerlo a andar, los fabricantes recomiendan su uso de 6 a 15 meses, y los fisioterapeutas recomiendan que su uso sea muy esporádico.

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