Aunque con 4 años veamos una marcha muy estable en nuestros hijos, lo cierto es que su pie aun está en desarrollo y no será hasta los 7 años cuando comenzarán a tener una marcha madura, igual a la de un adulto. Por este motivo, los zapatos deben cumplir con ciertas características para no interferir en el correcto desarrollo del pie y permitir que su marcha madure de forma natural.
¿Qué dice la ciencia de los zapatos para niños?
«De toda la vida» los niños han caminado con zapatos de suela rígida, con contrafuertes en los tobillos para sujetarlos bien y con plantillas con el puente formado para ayudar al desarrollo del puente de los pies de los niños.
Sin embargo, ya en 1991, es decir, hace casi 30 años, Pediatrics hizo una revisión de articulos de los cuales extrajeron las siguientes conclusiones:
- Cuanto más tiempo pasen los niños descalzos mejor se desarrollará su pie y su marcha.
- Por tanto el calzado tiene la función de proteger el pie de las inclemencias del tiempo y del terreno, pero sin corregir o interferir en el pie del niño o en sus movimientos.
- Un calzado que no permita lo anterior por ser demasiado rígido o compresivo puede suponer problemas de deformidad, de movilidad y de debilidad en los pies del futuro adulto. Así de importante es elegir bien los zapatos.
Entonces… ¿Cómo deben ser los zapatos para niños de 4 a 7 años?
El Instituto de biomecánica de Valencia, en su en su Revista de Biomecánica número 54, de julio de 2010, páginas 41-44, recoge las características que los zapatos deben reunir para ser un zapato adecuado para los niños y niñas en este rango de edad. Son:
- Los zapatos deben quedarles ligeramente grandes con una holgura de 10mm aproximadamente a lo largo.
- La puntera será redonda o cuadrada, con espacio para que sus dedos no estén apretados, y con refuerzo para que no destrocen los zapatos en una semana en su ajetreada vida de jugar.
- El material debe ser ligero, transpirable y adecuado a las inclemencias del tiempo.
- El cierre de los zapatos debe estar alto en el empeine, para que no les moleste al doblar los dedos al caminar, y ser preferiblemente de velcro para que se puedan poner y quitar los zapatos ellos solos.
- Si el zapato es una bota la caña debe ser blanda y acolchada. No debe sujetar el tobillo.
- La suela debe ser plana, de entre 5 y 10mm de grosor y con cierta amortiguación.
¿Cómo elegiremos adecuadamente la talla de los zapatos?
Elegir correctamente la talla de los zapatos de niños de entre 4 y 7 años es mucho más sencillo que de niños más pequeños, ya que son mucho más conscientes de su cuerpo y tienen más capacidad para verbalizar cómo se sienten.
Aun así, la mejor forma de saber si el zapato tiene el tamaño adecuado sigue siendo comparar el pie con la plantilla del zapato si esta es extraíble.
Si ponemos la plantilla en el suelo y al niño o la niña sobre ella sabremos a ciencia cierta si el pie va a caber dentro del zapato dejándole la holgura necesaria o no para que esté cómodo. Además, os recomiendo hacer la prueba con los dos pies, ya que no tenemos los pies del mismo tamaño exactamente y no queremos que vaya mal con uno de los zapatos.
Cada dos o tres meses será necesario comprobar si el zapato sigue siendo adecuado para el tamaño de su pie.
A partir de los 7 años se considera que la marcha de los niños y de las niñas es madura, es decir, equiparable a la de un adulto. A partir de ese momento elegiremos los zapatos en función de sus gustos y de su comodidad, pero no será necesario atender a ninguna característica en concreto.
✅ ¿Qué talla de zapato lleva un niño de 4 años?
Pues depende del niño. Hay niños con los pies muy pequeños y otros niños con los pies muy grandes. Lo mejor es medir el pie del niño y compararlo con la plantilla del zapato que vayamos a comprar.
✅ ¿Cuánto crece el pie de un niño de 4 años?
A partir de los 4 años, y hasta los 15 o 16, el pie crece alrededor de una talla por año.
✅ ¿Cómo escoger el número de zapatillas para niños?
Midiendo el pie y comparándolo con la plantilla es la forma más fácil y precisa. El zapato les debe quedar algo holgado, sobrándoles alrededor de 10 milímetros de largo.