¿Cómo elegir los zapatos para primeros pasos?

Para elegir adecuadamente los zapatos que pondremos a un bebé que acaba de dar sus primeros pasos, lo primero que tendremos que tener en cuenta es la morfología característica de sus piecetitos.

Como podéis ver en la imagen, los bebés tienen los pies planos, regordetes y separan mucho los dedos, para lograr así mayor estabilidad a la hora de mantener el equilibrio. Cualquier zapato que aprieta el pie del bebé, que no le permita separar sus dedos o que trate de dar forma a sus pies de manera artificial va a interferir en su desarrollo y en su aprendizaje de la marcha.

Consideraremos que un bebé está dando sus primeros pasos desde que comienza a caminar y hasta que tenga un año y medio o dos años y su marcha sea más estable.

¿Qué zapatos se usaban antes como zapatos para primeros pasos?

Este es un tema peliagudo, ya que no hace demasiado tiempo, apenas 30 años, las recomendaciones para los primeros zapatos de los bebés eran completamente diferente a las de hoy en día. Esto ocasiona que muchos pediatras y vecinos den consejos desactualizados respecto a lo que los bebés necesitan en este momento, haciéndonos dudar de nuestra elección.

Así, muchas de nosotras empezamos a andas con botas muy rígidas y duras que sostenían firmemente el tobillo y con una plantilla con puente para ayudarnos a formar correctamente el puente de nuestro pie.

¿Por qué se pensaba que estos zapatos eran los adecuados?

Por que los niños y las niñas eran capaces de caminar antes y lo hacían de formas más estable. Y si pensamos que «antes» es «mejor» pues ya tenemos la respuesta. Pero «antes» no es «mejor», un bebé debe empezar a caminar cuando sus estructuras oseas y musculares estén preparadas.

¿Qué se recomienda ahora para primeros pasos en bebés?

En 1991 Pediatrics hizo una revisión de estudios, artículo del que podemos extraer las siguientes conclusiones:

• Como mejor se desarrolla el pie y la marcha de un bebé es descalzo.
• El zapato se limitará a proteger el pie y a mantenerlo caliente.
• Un zapato rígido y apretado interferirá en el correcto desarrollo del pie, así como puede suponer problemas futuros de deformidad, debilidad y pérdida de movilidad.

Teniendo todo esto en cuenta, la Revista Biomecánica número 54 de julio de 2010, páginas 41-44 del Instituto de biomecánica de Valencia recomienda que los zapatos para primeros pasos cumplan estas características:

1. Los zapatos tienen que ser ligeros, flexibles y transpirables. Se trata de que se adapten al pie del bebé, no de que le supongan una incomodidad.
2. Si tienen la caña alta esta debe ser blanda y flexible. Permitiendo así el libre movimiento del tobillo del bebé.
3. La puntera debe ser redonda o cuadrada. Ancha en cualquier caso, para permitir que los dedos de los niños puedan abrirse.
4. La suela debe ser especialmente flexible en la zona de los dedos, para que el zapato acompañe al pie en sus movimientos al caminar.
5. No debe tener ningún contrafuerte rígido. Para evitar que el zapato haga algo que debería hacer el pie del bebé.
6. La plantilla debe ser lisa. Sin puente que fuerce la planta del pie del bebé.

¿Cómo elegir la talla de los zapatos de primeros pasos?

Siempre recomiendo para cualquier persona que se vaya a comprar unos zapatos que se pruebe los dos pies, ya que no tenemos los pies exactamente igual de grandes, con los niños haremos lo mismo.

Hay tres maneras para asegurarnos de que el tamaño del zapato es el correcto:

• Medir bien el pie del bebé a lo largo y a lo ancho y lo compararlo con la plantilla del zapato.
• Dibujar el contorno del pie del bebé en un papel (para ello el bebé debe estar de pie en carga sobre el papel), recortarla y comparar con la plantilla.
• Colocar al bebé de pie en carga sobre la plantilla.

Hecho esto, debe sobrar entre 6 y 10 mm de largo y 6 mm de ancho para asegurarnos de que no le está pequeño. Cada 2 o 3 meses deberemos comprobar que el zapato le sigue viniendo.