¿Qué es la psicología perinatal?
La psicología perinatal se ocupa de estudiar, comprender, atender y proteger el periodo de la vida que abarca desde que aparece el deseo de tener un hijo hasta su crianza, pasando por la pre-concepción, la concepción, el embarazo, el parto-nacimiento y el puerperio.
Presta atención a las necesidades de la mujer que se va a convertir en madre, del bebé, de la pareja y de la familia como sistema, que surgen en torno al nacimiento del nuevo ser y de la nueva maternidad y paternidad.
¿De qué se ocupa la psicología perinatal?
Se ocupa, entre otras cosas de cuidar el desarrollo del vínculo mamá / bebé, la comunicación entre la pareja, la atención a la depresión posparto, la comunicación con el bebé antes de nacer y la posible ansiedad y estrés derivados de la nueva situación personal y familiar. En definitiva, promueve la salud psíquica de cada persona y del sistema familiar.
Entiende la maternidad como una transformación a nivel psíquico y emocional, por supuesto físico, en la mujer/madre, brindándole una oportunidad de crecimiento.
Todas las experiencias durante la gestación, el nacimiento, el apego y el amor ofrecido por la madre y el padre el primer año de vida, dejan una huella en el desarrollo biopsicosocial de las personas.
¿Cómo puede ayudarnos la psicología perinatal?
La mujer embarazada o que se plantee estarlo tiene derecho a contar (si así lo desea o lo precisa) con los profesionales adecuados para acompañarle en el fascinante viaje hacia una misma que propicia la gestación. A los profesionales que trabajamos con mujeres y familias nos concierne volver la mirada a nuestro interior para poder ayudarles, y para ello, la manera más auténtica de atender las necesidades de la mujer que viene a nuestra consulta es no confundiendo sus necesidades y emociones con las nuestras. Sólo así podremos hacer una escucha atenta y limpia.
¿Qué se necesita para atender de manera global a una mujer?
Por supuesto formación y gran sensibilidad con el periodo perinatal y la psicología y necesidades que surgen en el mismo.De ahí la relevancia de la figura de psicóloga o psicólogo perinatal y la importancia de trabajar diferentes profesionales de la salud al unísono.
Es imprescindible que la mujer embarazada pueda contar con toda la información para decidir con mayor libertad quién quiere que le acompañe (si es que así lo requiere) en el embarazo o incluso antes de estar embarazada, en el parto y puerperio. Sea quien sea el profesional, ha de confiar en la mujer y poner en ella todo el poder, de manera que pueda contactar con sus propios recursos internos y confiar en sí misma. Para tomar sus propias decisiones en el embarazo, ser la protagonista del parto junto a su bebé, conociendo los derechos y las opciones que tiene durante todo el proceso (embarazo, parto, lactancia, puerperio).
Ojalá esté cerca el tiempo en que las mujeres y familias podamos acceder a estos recursos fácilmente. Que estén a mano en atención primaria, que sean accesibles y asequibles para todos.
Cuanto más fuerte, segura y acompañada se sienta una mujer en estos procesos vitales, mejor será el vínculo que establezca con su bebé. Y es en el periodo de vida uterina y durante los primeros años de vida cuando se desarrollan muchos sistemas importantes en el cerebro, que son los que utilizamos para regular nuestra vida emocional. En el útero ya se empiezan a desarrollar las bases para poder desplegar nuestra capacidad de sentir placer, calma, armonía, en definitiva, aquello que nos capacita para amar.
De ahí la importancia de cuidar con mucho esmero estos procesos de la vida, desde la preconcepción, pues son la base de la salud mental.